El nistagmus es una patología oftalmológica compleja, poco común y que se presenta como un movimiento involuntario de los ojos. Este movimiento es constante y suele repetirse en el tiempo. El tratamiento para el nistagmo varía en función de la causa que lo esté provocando.
Se define al nistagmus como un movimiento involuntario, rápido y repetitivo de los ojos. Se trata de una oscilación ocular, normalmente bilateral, es decir, que suele afectar a ambos ojos a la vez. Estos movimientos pueden ser de varias formas: rotacionales, verticales u horizontales. No obstante, el nistagmo horizontal es el más común.
Causas del nistagmo
Las principales causas de un nistagmo pueden ser congénitas, neurológicas o idiopáticas (desconocidas).
Un movimiento involuntario de los ojos también puede aparecer de forma temporal a causa de una desorientación o mareo (tras subir a una noria o montaña rusa) o debido al consumo de estimulantes (alcohol y drogas) o determinados medicamentos.
Algunas enfermedades tienen como signo característico el nistagmo:
- Aniridia o ausencia de iris.
- Lesiones cerebrales por trauma o tumor.
- Esclerosis múltiple.
- Infarto (la causa más habitual en la 3ª edad).
- Síndrome de Wallenberg.
Signos y síntomas del nistagmus
Como signo general se presenta el movimiento sacádico e involuntario del globo ocular. IMPORTANTE no confundir con el temblor involuntario del párpado, conocido como blefaroespasmo que es mucho más frecuente, tiene otras causas y no reviste gravedad.
Tratamiento
El principal objetivo que persigue el tratamiento para el nistagmus es mejorar o preservar la salud visual, disminuir la intensidad del movimiento de los ojos y corregir el tortícolis.
Si el nistagmo está asociado a otra patología, como puede ser una catarata, lo más importante es comenzar con el tratamiento específico de la misma.