La visión es el sentido que nos permite procesar la información a nuestro alrededor, obtener un significado de lo que está ocurriendo y comprender lo que se ve, todo a través de los ojos. Es por eso que debemos entender que la visión es mucho más que un “20/20”.
Es a través del sentido de la vista, que los niños adquieren la mayoría de su aprendizaje durante la primera década de su vida, por lo que un problema visual no detectado podría retrasar el aprendizaje del niño. Tanto así, que se estima que el 80% del aprendizaje en los niños ocurre a través de la visión.
En adición a los errores refractivos más comunes (hipermetropía, astigmatismo y miopía) un niño que tenga problemas con la capacidad de enfocar de lejos a cerca y viceversa, con la habilidad de mover los ojos a la vez y/o con la coordinación ojo-mano, tendrá un retraso en el desarrollo adecuado de la lectura y la escritura.
Es por esto, que un examen visual a temprana edad es la herramienta primordial para diagnosticar a tiempo, posibles problemas visuales en los niños que muchas veces pudieran pasar desapercibidos. A estos problemas visuales ser atendidos tempranamente, pudiera evitarse que el niño se retrase y muchas veces hasta fracase en la escuela en un futuro.
La Asociación Americana de Optometría recomienda que todos los niños sean sometidos a un cernimiento visual al nacer, un examen visual a los 6 meses de edad, un próximo examen visual a los 2 años, a los 4 años de edad y de ahí en adelante, realizar un examen visual una vez al año.