1.Calentamiento de los párpados: primero humedecemos con agua caliente un paño o gasa limpia (deben sentirse lo suficientemente calientes sin llegar a quemar). Luego lo colocamos en ambos ojos cerrados de 4 a 5 minutos. Antes de que las gasas o paños se enfríen, vuélvelos a calentar con agua.
2.Masaje de los párpados: ejerciendo una ligera presión sobre el párpado superior, comenzamos a masajear utilizando sólo nuestro dedo índice con movimientos de fuera hacia dentro, luego hacemos lo mismo en el párpado inferior, esto elimina las sustancias grasas. Volvemos al párpado superior, pero ahora será de arriba hacia abajo; regresamos al párpado inferior y lo hacemos de abajo hacia arriba.
3.Limpieza de párpados y pestañas: para este paso necesitaremos unas toallitas especiales para la limpieza de los párpados, las podemos adquirir en cualquier farmacia o algún lugar donde cuenten con productos para nuestros ojos. Con el ojo cerrado, aplicamos la toallita sobre párpado y pestañas para realizar con delicadeza un ligero masaje mediante movimientos circulares en contra de las manecillas del reloj. Recordemos que las toallitas no deben contener conservadores.
4.Limpieza del borde palpebral: Frente al espejo, fijaremos el párpado inferior presionando con un dedo sobre las pestañas y jalando ligeramente hacia abajo. Con la otra mano tomaremos una toallita y la enrollaremos, luego la pasaremos suavemente sobre el borde del párpado repetidas veces, con mucho cuidado de no rozar la superficie del ojo. Luego continuamos con el párpado superior y realizamos la misma dinámica.
Recordemos que emplear una toallita, paño o gasa distinta para cada ojo ayuda a prevenir el contagio. Recomendamos realizar estos ejercicios por las noches antes de dormir.